por Yadira Castillo
El libro es un insumo para comprender cuáles son los fundamentos y la evolución de la estructura actual del derecho de inversión extranjera, mediante explicaciones que van más allá de un mero criterio de competitividad o voluntad de los Estados. En ese sentido, el texto pone de presente la existencia en el derecho internacional de la inversión extranjera de un sesgo de debilidad a favor del inversionista extranjero, como un límite a la responsabilidad internacional de las corporaciones transnacionales. De tal manera, el libro propone que el derecho de inversión extranjera retrata al inversionista como débil e incapaz de resistir el poder regulatorio del Estado, indistintamente de si ello corresponde a su realidad, limitando la posibilidad de ser visto como una amenaza frente al interés de los Estados por ejercer su soberanía.
El derecho internacional de la inversión asume que la corporación transnacional necesita protección, y la presenta como un constreñimiento a las facultades soberanas del Estado receptor. Esa premisa del derecho hace que los Estados condicionen su voluntad regulatoria, creando derechos para el inversionista con exclusión de obligaciones internacionales en cabeza de estos últimos, incluyéndose en esa exclusión la responsabilidad internacional.